Catacamas

Entre montañas verdes y ríos cantando,
se abre Catacamas, su tierra brillando,
joya escondida del oriente hondureño,
con aire sencillo y un cielo risueño.

Sus calles respiran historia y cultura,
la gente es amable, su voz es ternura,
orgullo campesino, trabajo y raíz,
Catacamas se alza con fuerza y matiz.

El Talgua, en su gruta de eterno misterio,
guarda en silencio su antiguo imperio,
un eco del tiempo, un canto ancestral,
que vuelve su tierra un sitio inmortal.

Sus campos se tiñen de sol y maíz,
del café aromático, regalo feliz,
paisaje infinito de palma y de flor,
Catacamas es vida, es paz y es amor.

Y al caer la tarde, dorada y serena,
se enciende la luna sobre su velo,
Catacamas sonríe, sencilla y callada,
ciudad de esperanza, noble y sagrada.

Así como sus ríos y montañas se muestran abiertos y claros ante la vista de todos, Catacamas se proyecta como una ciudad transparente, donde la rendición de cuentas, el acceso a la información y la participación ciudadana son pilares fundamentales para fortalecer la confianza entre la población y sus instituciones. La transparencia en la gestión pública permite que cada ciudadano tenga la certeza de que las decisiones y acciones se realizan con responsabilidad, equidad y justicia, garantizando un gobierno cercano, honesto y comprometido con el bienestar común.